GIPE Newsletter (Nº 24.167) 3 de junio de 2025
ARRENDAMIENTOS:
VIVIENDA DE MÁS DE 300 METROS
Los contratos de alquiler de viviendas que superen los 300 m² de superficie o cuya renta anual inicial sea superior a 5,5 veces el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) se regulan conforme a lo que acuerden libremente las partes.
En este contexto, se ha considerado válido un acuerdo que establecía un periodo mínimo de permanencia de 12 meses para el inquilino, dado que tanto la superficie como la renta de la vivienda superaban los límites mencionados.
Asimismo, se desestimó el argumento de que dicho plazo vulneraba la normativa de protección al consumidor, al considerarse que una duración de un año no resulta desproporcionada.
ME SALE MÁS A CUENTA VENDERLO…
Usted es propietario de un piso que actualmente está alquilado bajo un contrato de renta antigua, y dadas sus circunstancias económicas, le resulta más conveniente venderlo. Pero surge la pregunta: ¿Quién podría estar interesado en comprarlo? Una buena opción es buscar un inversor y presentarle los beneficios que puede ofrecer esta operación.
Una oportunidad de inversión.
Las viviendas alquiladas con contratos de renta antigua —es decir, firmados antes del 9 de mayo de 1985— tienen un valor de mercado significativamente inferior al de aquellas que están desocupadas. Esto se debe tanto a la existencia de un inquilino con derecho a permanecer en el inmueble, como a ciertas restricciones legales que afectan al precio de venta. Por ello, este tipo de propiedades puede resultar atractivo para inversores que buscan oportunidades a largo plazo.
Aspectos a tener en cuenta.
Los contratos de renta antigua incluyen una cláusula de prórroga forzosa, lo que significa que el inquilino tiene derecho a seguir viviendo en la vivienda hasta su fallecimiento, salvo que existan familiares con derecho a continuar con el arrendamiento. Además, aunque el inquilino tiene derecho de adquisición preferente (es decir, prioridad para comprar el piso si usted decide venderlo), esto no representa un obstáculo para la venta en sí.
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